jueves, 27 de septiembre de 2012

El valor de la amistad

Las reuniones de amigos son en nuestro grupo, nuestro clan, nuestra pequeña comarca una de las tradiciones más valiosas. Un pacto sellado con sentimiento, un pacto de corazón, una razón para no dejar de vernos, ya todos con familias. Aunque a veces se complica y cocinar para tantos no es una opción, hay que pedir comida. Por suerte el delivery en Recoleta, por aquí donde vivo, es variado. O sea, siempre hay uno que quiere pizza, otro que quiere carne al horno con papas, otro que quiere empanadas, comida china, sushi, canicama, knishes, lo que sea. Entonces no hace falta decidirse por una o por otra. Si todo se puede, es como tener una cocina en la que se puede pedir cualquier plato, pero lo. No hay que cocinar! Menos mal, porque somos un grupo de diez que se junta hace años, que parecen añares. Y por suerte encontramos una dinámica favorable para no dejar de vernos, cosa que le pasa a mucha gente cuando empieza a tener su familia, su vida propia, hijos, mujeres castradoras, etc. Nosotros logramos mantener el equilibrio. Y juntarnos sólo entre nosotros eh! Eso es lo mejor. No tener que incluir a las mujeres, a los hijos, preservar un poco la intimidad. Porque al fin y al cabo de eso se trata la amistad también. Si no es imposible tener una charla de amigos. Qué es eso de juntarse con las mujeres el día del amigo? Entonces juntémonos todos también para el día del enamorado. O para los aniversarios de casados. No, realmente no da. Es más, habría que poner una penalización para quienes hacen eso. Los rompecódigos. Los que siempre traen a la mujer. Los pollerudos que no pueden venir porque sus mujeres no los dejan. Por favor, llegó la hora no sólo de recuperar la hombría. A veces hay que poner voluntad y otras cosas más. Es por el valor de la amistad.